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“Entre Columnas”

Sociedad organizada Por: Martín Quitano Martínez mquitanom@hotmail.com

A casi cinco años de desgobierno nacional, se cuentan cerca de 30 mil muertos en una guerra contra el narcotráfico que no se gana, fortalecida con 5 millones más de pobres y 8 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan.

Una objetiva revisión de los hechos arroja que el desastre nacional es realmente existente y que en ello llevan responsabilidad muchos más que solamente la impericia del presidente Calderón; me refiero a la clase política y los grupos de poder de México que han sido omisos o verdaderamente irresponsables en su participación.

En este contexto, el debate nacional que desde la presidencia de la República se promueve queda hasta ahora muy corto para los requerimientos y las urgencias nacionales, aunado a que prácticamente no se otorga información sobre lo declarado por los participantes en las reuniones, lo que imposibilita el seguimiento de los ciudadanos interesados.

¿Cuál es la voluntad expresa y real para modificar el estado actual de las cosas?, ¿donde están las acciones que muestren de manera fehaciente que hay disposición para modificar lo que no sirve, es inadecuado o insuficiente?; mientras los que deciden por derecho o de hecho, solo estén interesados en sus triunfos electorales y franquicias partidarias, o sus intereses financieros o patrimoniales, no disfrutaremos de ningún cambio benéfico.

La visión de estado, el imperio de la ley, la planeación de largo plazo y la supremacía del bien común por sobre los intereses individuales han sido secuestradas por los poderes fácticos y abandonadas a esa suerte por los poderes públicos, hundiendo a los habitantes de este país en la más profunda de las inequidades, de las inseguridades y de las expoliaciones.

La enorme deuda que estos actores tienen para con su país que está al borde del abismo, solo es comparable al nivel de temor, apatía o pasividad social frente a lo que sucede. Sin desconocer que ambos fenómenos están entrelazados, que desde los poderes se han aplastado, cooptado o socavado las iniciativas ciudadanas y modelado una cultura contemplativa y profundamente individualista, es aterrador atestiguar que los perdedores de este juego perverso, las grandes mayorías de afectados sociales, económicos y políticos, no seamos capaces de organizarnos para exigir y obligar los cambios que nos permitan un mejor presente y futuro.

El acto social de la organización es en general mal visto por la misma sociedad, acaso soportado ante la urgente condición de la protección de la sobrevivencia, sin embargo poco se actúa organizadamente para la reconstrucción de las ruinas que están dejando los hechos ominosos de sujetos públicos, políticos, empresariales y de los grupos fácticos que ahogan en la miseria y desesperanza a millones.

La manifestación social mayoritaria hasta ahora, es la que ha sido cooptada por los grupos de poder para proteger sus manejos discrecionales: allí están los movimientos magisteriales a modo que favorecen a la querida profesora, o las reivindicaciones de los vetustos grupos corporativos del PRI, sus centrales obreras y campesinas que solo son útiles para respaldar intereses partidarios; también las organizaciones financiadas desde los mismos gobiernos, como los que se desnudan al ritmo de una cumbia, o los cardenistas de la fidelidad, estructuras todas ellas plegadas a intereses claramente identificados como contrarios a los de sus agremiados.

Más allá de la importancia de algunas manifestaciones que surgen de manera inmediata ante eventos específicos, es claro que se carece de una sociedad organizada, más dispuesta, política y culturalmente, a plantarse frente a la realidad lacerante de un país en crisis. En su lugar se impone la visión de que todos los que planteamos la discusión de lo que acontece en los asuntos públicos somos iguales, que nada se puede hacer y que por lo tanto es mejor rascarse uno como pueda, generando una actitud nocivamente real y sin duda más arraigada de lo que supondríamos o desearíamos.

Hay que trabajar mucho en ello, en sensibilizar y organizar para fortalecer el bien general, en exigir nuestro lugar en la toma de decisiones, en vigilar que se cumplan los compromisos de campaña, los programáticos, los establecidos por la ley. Hay que fortalecer los valores ciudadanos, para hacernos respetables como grupo de poder, para hacernos respetar por los poderosos.

El problema es muy fuerte, para cambiar se requieren acuerdos básicos que no se observan, se requieren voluntades de actores a los que tal parece no les interesan, pero más aún, es indispensable que exista una sociedad reivindicativa, que hoy solo tiene atisbos pero dista mucho de jugar plenamente su papel predominante.

De la Bitácora de la Tía Queta En el PRI veracruzano nuevo “dirigente” pero las mismas viejas prácticas, que patéticos.

DE BIUEN HUMOR… ¿Qué es LOOPING?

Para quien no conoce el concepto de looping, es un término que crearon los informáticos para definir un enredo de los tantos que han creado y para lo cual no tienen una explicación sencilla que resuelva el problema. Haciendo poco esfuerzo, trataré de explicarles en pocas palabras este famoso término. Se dice que un programa de computación "entró en un looping" cuando ocurre una situación como la siguiente:

El DIRECTOR llama a su secretaria y le dice: Señorita Vanessa: Tengo un seminario en Argentina por una semana y quiero que me acompañe para que conozca a mis socios. Haga los preparativos del viaje... La secretaria llama al marido: Oye Juan - Voy a viajar al exterior con el director por una semana. Cuídate, querido.

El marido llama a la amante: Leonor, mi tesoro - La bruja va a viajar al exterior por una semana, vamos a pasarnos esta semana juntos, mi reina...

La amante llama al niño a quien le da clases particulares: Manuelito - Tengo mucho trabajo la próxima semana.. No tienes que venir a clases...

El niño llama a su abuelo: Tata - La próxima semana no tengo clases, mi profesora estará ocupada. Así que, por fin... ¡Vamos a poder pasar la semana juntos!!

El abuelo (que es el DIRECTOR en esta historia) llama a la secretaria: Señorita Vanessa venga rápido - Suspenda el viaje, voy a pasar la próxima semana con mi nieto que hace un año que no veo, así que no vamos a participar en el Seminario. Cancele el viaje y el hotel.

La secretaria llama al marido: Juan- El guue voon del director cambió de idea y acaba de cancelar el viaje, se me judío el viaje.

El marido llama a la amante: Amorcito disculpa - No podremos pasar la próxima semana juntos, el viaje de la tetona de mi mujer fue cancelado.

La amante llama al niño de las clases particulares: Manuelito - Cambié de planes: esta semana le voy a dar clases como siempre.

El niño llama al abuelo: Abuelo, la vieja de mi profesora me dijo que esta semana tengo clases normales, discúlpame, no voy a poder hacerte compañía.

El abuelo llama a la secretaria: Señorita Vanessa - Mi nieto me acaba de decir que no va a poder estar conmigo esta semana porque tiene clases. Así que continúe con los preparativos del viaje al seminario... ¿Quedó claro lo que es un looping...???

No todo está perdido. Martín Quitano Martínezmquitanom@hotmail.com

“Quien dijo que todo está perdido, Yo vengo a ofrecer mi corazón” Fito Páez

Dice el físico, cosmólogo y divulgador científico del Reino Unido, Sthepen Hawking que será difícil evitar una catástrofe en la Tierra y que por tanto, la raza humana deberá colonizar el espacio para tener futuro, de lo contrario desaparecerá.

Escenario sin duda desesperanzador pero funestamente cierto, de permanecer las contradicciones en que se encuentra envuelto nuestro planeta, con un medio ambiente agredido que cobrará, si no se resuelven situaciones de fondo, la factura mayor.

El camino que debería estarse transitando dista mucho de las formas que actualmente se observan, implican el redimensionamiento de nuestra relación social y con ello nuestra correspondencia con la naturaleza, juntas, de la mano, dándose el primer lugar que se merecen.

Me niego a plantearme la desesperanza como realidad, como íntimo camino de las condiciones vividas. El accidentado camino de nuestro país, de nuestro planeta, para edificar apenas lo que puede darnos oportunidad de sobrevivir frente a un comportamiento individual como referencia del conjunto social dentro del maltrecho entramado social que se vive.

Requerimos apuntarnos a la construcción de alternativas; es un deber que implica conjurar nuestros desánimos, nuestras soledades, nuestros miedos, el intrincado andar ante el horror de situaciones que nos vuelven estatuas de sal.

El esfuerzo que se requiere es mucho más que el ejercicio discursivo, es preferentemente la razón y la acción para modificar lo existente, lo que acontece hoy y su cambio en un futuro establece retos que deben asumirse con los riesgos que ello implique, con los costos que esto traiga, porque es muy obvio que en el futuro, no todos podremos ir a poblar el espacio, y esto que habitamos no puede condenarse pasivamente a su destrucción como destino manifiesto.

Para muchos, ser objetivos es asumir que no hay retorno en nuestra historia hacia la autodestrucción, la visión catastrofista donde los alcances de las consideraciones optimistas no llegan, el porvenir humano como irremediable sinrazón de la razón autodestructiva de nuestra especie.

La apuesta de fondo está en si creemos que ya nada tiene remedio, si las cosas que ahora vivimos y las que se han hecho no tienen mejora o cambio, si nuestras actitudes tan humanas están ya prefiguradas por el toque divino del pecado y la penitencia, donde al final, la capacidad de discernimiento quedará hecha polvo por nuestra naturaleza depredadora.

Ahora más que nunca, ser objetivos es soñar con imposibles, es imaginar otros derroteros, porque la historia no ha terminado. Del futuro podremos esperar cualquier cosa, incluso salvarnos de los infiernos que hemos construido a la luz de la hoguera de las vanidades, de las injusticias y de nuestras incapacidades.

Pongamos nuestra esperanza y nuestro corazón como vía para idear formas de cambio, de lucha por sobrevivir. Más allá de llamar a la ingenuidad, convoquémonos para compartir las utopías, revisando puntualmente lo que no queremos que continúe y agotando nuestros sueños en su propia concreción, para que quien diga que todo está perdido, se lleve un palmo de narices.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA “No será tan fácil, ya se que pasa
No será tan simple como pensaba
Como abrir el pecho y sacar el alma
Una cuchillada del amor” Fragmento Fito Páez.