Entre Columnas:

Responsabilidades

(El precio de la grandeza es la responsabilidad) EUGENE WARE.

Por. Martín Quitano Martínez-mquitanom@hotmail.com

Para documentar y profundizar el descrédito de la política y de la democracia, solo hay que ver el caso patético del diputado de 24 horas. Se trata del ganador de una curul local por el distrito de Poza Rica que, sin el menor rubor y justo en el momento de entrar en funciones, solicita licencia para abandonar su encargo y cambiar el resultado del respaldo ciudadano por el respaldo del nuevo gobernador, siendo Secretario de Salud para la próxima administración estatal.

Y nos quejábamos de los servidores públicos del ejecutivo estatal que se fueron a jugar la diputación federal y ganaron y que a los pocos meses también dejaron ese lugar para jugar de alcaldes o de candidatos a gobernador.

Así sí sin más, las responsabilidades y compromisos con sus electores enviados a basura, nada lo retiene con ellos, solo importan los afanes protagónicos y de interés personal.

Es urgente que encontremos representantes políticos y servidores públicos serios, comprometidos y con mínimas voluntades por un quehacer que garantice la búsqueda de soluciones de las necesidades de la población.

En Veracruz, Oaxaca y Puebla—por mencionar solo 3—se darán cambios de gobierno que representan, en los dos últimos, verdaderos retos al generar muchas esperanzas y con ello grandes retos por enfrentar para construir el entramado institucional y político que de viabilidad y diferencia a las nuevas administraciones; son estos estados, espacios de la alternancia en entidades marcadas por los rezagos de su clase política hasta ahora gobernante.

Para Veracruz un estado con continuidad de gobierno, los desafíos no son menos dadas las condiciones de competencia electoral cerrada y fuertemente cuestionada por las formas mostradas. El nuevo gobierno tendrá que demostrar que puede desmarcarse de las prácticas que pusieron al límite la continuidad, con un modelo agotado por más que se quiera plantear como verosímil y/o reproducible, en su infinita escasez de enfrentar con atingencia los problemas existentes.

La nueva administración estatal debe comprometerse con una visión que posibilite refrescar el tufo emanado de las agotadas acciones anteriores, y con ello definir un ejercicio de gobierno para el desarrollo. El planteamiento es en si mismo sencillo si se considera que el gobierno que viene se plantea generar mayor justicia social, modernización de su ejercicio administrativo y cumplir con reclamos mínimos de transparencia, rendición de cuentas y apuesta por generar amplios espacios de escrutinio público y participación ciudadana.

La tarea es muy grande si es real la voluntad de realizar actividades que promuevan una cirugía mayor en cuanto a ejercicio eficiente y democrático; la lógica que conlleva ello implicaría desde un inicio, actos que otorguen confianza, sin embargo los gestos con que se inicia la nueva administración no ofrecen esta posibilidad, como el caso del ahora diputado con licencia de Poza Rica, que solo da pautas para pensar en más o peor de lo mismo.

El espacio municipal no es cosa menor en este apartado de las oportunidades de diseñar desde lo local y regional planteamientos alternativos: 212 municipios también recompondrán sus administraciones y el mosaico de representación política se ha movido, la alternancia ya común en muchas municipalidades de nuestro estado, tiene que dar para más que el mero intercambio de colores; se debe realmente apostar por ejercicios que marquen diferencias y den sustento a la razón democrática misma de los votos ciudadanos que permitieron tales alternancias.

Las responsabilidades en los ámbitos de gobierno que están por cambiar, son mayores frente a las condiciones de deterioro social, económico y de un entramado institucional cuestionado a la luz de su ineficiencia, sus intereses en muchos casos facciosos y peor aún en cuanto a que son considerados agencias de la impunidad y la corrupción.

Estar a la altura de un presente que construya y brinde oportunidad a un futuro diferente del que la continuidad de las prácticas vigentes nos estarían presentando, es en sí mismo la verdadera responsabilidad para la historia de nuestro estado.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA

Legislar en la ley antichapulines como tema obligado para el nuevo congreso.