Entre Columnas
Mensaje contundente.
Martín Quitano Martínez
El hombre sabio no debe abstenerse
de participar en el gobierno del Estado,
pues es un delito renunciar a ser útil a los
necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos.
Epicteto de Frigia (55-135) Filósofo
grecolatino.
La
desmoralización del ambiente social es directamente proporcional a los vacíos
dejados por el ejercicio irresponsable de gobiernos, empresarios,
políticos, funcionarios y de la sociedad
misma, una sociedad donde casi todos tenemos responsabilidad de la situación
que hoy padecemos y que nos hace sentir molestia, desánimo y un enojo que se
manifiesta en muchas formas, de muchas maneras.
No
se puede generalizar la irresponsabilidad y menos la de la sociedad, porque
existen sujetos individuales y colectivos que pese a lo escabroso de la
situación mantienen una marca distinta de comportamiento, de acciones que retan
el uso mayor y predominante en nuestro país, ese donde pasar por alto cualquier
comportamiento cívico implica estar a la altura de las circunstancias, ese
donde lo plausible es principalmente acomodarse a las condiciones existentes por
indignas y torcidas que estas sean.
Pese
a esta dura realidad no todo está perdido, hay que entender que aún hay
posibilidades de replantear lo que hoy vivimos, implica vivir de forma distinta
a la brutalidad y la descomposición de un modelo que arrasa la dignidad humana.
México
es dolor, es violencia, es corrupción e impunidad, es sangre y pobreza, y son
esas precisamente las razones por la cuales hay que dar la cara, impulsar
cambios y luchar; el día a día grotesco de miseria y cinismo público tiene que
tener salida, hacer lo correcto es decir y forjar condiciones alternativas para
modificar un entorno plagado de socorridas argucias para justificar las
fechorías.
El
escenario no es halagüeño. El estereotipo de los poderosos que llenan sus
alforjas a la luz de las arbitrariedades es a la vez ejemplo y desánimo para
muchos que observan la degradación y buscan la tabla salvavidas, pues frente a
lo que sucede se puede optar por mimetizarse y dejarse llevar por la corriente,
u oponerse, que resulta ser una ingenuidad que puede costar más que las burlas
o el desdén.
El
país entero es saqueado desde la ilegalidad, la ineficiencia y la permanencia
de un modelo económico, político y social que cancela las oportunidades de
justicia y desarrollo, un modelo expoliador que tiene como seguidores a
aquellos que conciben sus quehaceres despojados de compromisos sociales. Entender
y ser sensible frente a lo que les pase a otros no es un equipaje con el que se
muevan, el privilegio es viajar ligeros y sin más carga que su individualismo.
Pronto
se votará un nuevo legislativo federal y las ruinosas campañas de un abultado
número de candidatos deja claro que el molde político es un cascaron que no
tiene sustancia; lejanos de las soluciones que nos urgen, los aparatos
partidarios solo juegan a sus intereses despojados de compromisos reales para
con lo urgente y necesario.
Por
ello abandonemos la desesperanza y la indiferencia, comprometamos los esfuerzos
por marcar nuestra molestia social, desechemos la abstención que les supone a
los gobernantes tan solo indolencia y démosles
un mensaje contundente a los que ahora saborean el triunfo de la continuidad
por la sobrevivencia de sus desgastadas franquicias. Ningún partido está a la
altura de lo que requerimos, salgamos a votar y votemos nulo, tendrán que
entender que es necesario que cambien y se construyan nuevas agendas y nuevas
formas de comportamiento, de no suceder el precipicio está muy cerca.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
El
comportamiento de la Directora del instituto Veracruzano de las Mujeres frente
a la violencia de género prevaleciente en Veracruz, ¡es una vergüenza!.
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