Entre
Columnas
Elecciones Municipales.
Por: Martín Quitano Martínez
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo
mismo.
Albert Einstein.
Se
vienen las elecciones y los 212 municipios veracruzanos ya están en la discusión
y efervescencia para la definición de las planillas que competirán y en lo que
hasta ahora se muestra en su conformación se pueden observar muchas de nuestras
debilidades políticas, de nuestros rezagos democráticos, de las circunstancias
que profundizan la desconfianza social y la descalificación hacia la política.
El
reto que enfrentan los diferentes partidos es ofrecer una mejor perspectiva a
una sociedad agobiada y confundida entre la esperanza y la indiferencia, la que
observa el arribo de candidaturas que poco o nada plantean o que simplemente evidencian
la pobreza política que nos define.
Los
municipios requieren gobernantes que miren de frente a los problemas, que
respondan a la sociedad, que busquen soluciones, que respeten a los ciudadanos,
que se comprometan con ejercicios transparentes, eficientes y que rindan cuentas;
gobernantes que frente a la crisis, rescaten la energía que sin duda existe en
sus poblaciones, la voluntad social que soterrada o manifiesta, requiere
liderazgo y dirección.
La
vida veracruzana de nuevo se verá en el espejo democrático de la elección de
alcaldes, en un momento de nuestra historia política que exige mucho más que un
signo partidario, un rostro agradable o nombre conocido, elementos que dicen
tienen un peso importante en el momento de los sufragios locales aunque las encuestas
arrojan que para la mayoría lo más valorado para emitir un voto son las
propuestas, quedando en el aire lo que define una elección.
La
profundización de nuestros problemas políticos se muestra por la suma de
cinismos en los ejercicios públicos que se identifican como el espacio de lo
poco respetable, las noticias de lamentables muestras de juego “político” de
personajes que sin recato alguno acuden a registrarse para contender por una
responsabilidad pública que desprecian porque no la asumen con el debido
respeto ni a sí mismos ni a los electores. Son éstos, ejemplos de la banalización
y depreciación de una actividad de representación tan importante como lo es la
conformación de un ayuntamiento.
La
apuesta de muchos participantes no es trabajar por un ideario o una propuesta
de gobierno, sino solo se trata del acomodo de intereses personales, de dar
continuidad a intereses facciosos, así se desvela la aspiración por el encargo
y la pelea de las candidaturas, mientras que el debate del desarrollo
municipal, el diagnóstico para una planeación que permita enfrentar los
problemas, queda muy lejos de las prioridades de la mayoría de los candidatos y
sus equipos.
Sin
definirse aún todas las candidaturas, las que ya se aprecian como seguras
muestran que los partidos no entienden que es necesario mejorar la calidad de
las propuestas, que se requiere acompañarlas con plataformas serias sobre el trabajo
que se pretende desarrollar, pues de lo contrario queda en evidencia que se
sigue actuando igual que siempre, por lo que solo podemos esperar que suceda lo
que siempre ha sucedido con gobiernos municipales mediocres y desinteresados.
Faltan
los días finales para que todos los partidos muestren a sus candidatos y sus
propuestas, ojalá se revierta la inercia de continuidad de los viejos usos y
costumbres que arropan las ineficiencias y las ignorancias, las que al final
del día provocan malos gobiernos para los habitantes de los municipios.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Nuestra solidaridad para el reportero Pablo Rivera
por su arbitraria detención y la exigencia de sanciones para los ejecutores que
sean más que “usted disculpe”.
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