AJEDREZ POLITICO

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LEOVIGILDA CABRERA CONTRERAS



¿DOS PRESIDENTES EN MEXICO?

Dicen que entre más vivimos, más vemos. Sí, al paso que vamos, cualquier día vienen y nos sacan de nuestra casa, como en la selva; el más fuerte, deshecha al chico,  sin ton, ni son. Solamente por salir a buscar alimento. Y bien dicen, de la calle ha de venir, quien de tu casa te ha de sacar. Dirán que perdí la brújula sobre el gobierno  de dos individuos -feroces, por cierto- uno, por su sanguinarismo salvaje, en cuanto a su política de control del narcotráfico y el otro, por andar como si ya fuera nuestro presidente. Gastando a manos llenas el erario público, en viajes ¿y viejas?, como en su tiempo, lo hizo Adolfo López Mateos, según leí un comentario, de un colega, el que afirmó que el presidente ALM., preguntaba, durante su gobierno, qué le tocaba hacer equis día, si salir de viaje o salir con viejas. Sin que mis palabras ofendan la memoria, de tan insigne mexicano, porque ya está juzgado por el creador y yo, no soy  nadie, para juzgar a los muertos; solamente es una reseña histórica. Antes de estar en la silla presidencial, EPN, ya se pasea por todo el mundo, llevando la estafeta de México, sin haber obtenido, el derecho constitucional, que establece que un presidente es autónomo, con ciertas restricciones, por ejemplo, para salir del país; debe pedir permiso al Congreso, para ausentarse de territorio nacional, siempre y cuando, vaya en alguna gestión oficial. Hasta el momento, que yo sepa, no ha tomado protesta como presidente de la República Mexicana, EPN. Por lo tanto su conducta, deja mucho que desear. Ahora, si va en viaje de placer, porqué lo ventilan en todos los medios de información; que fue ahí, que fue acá y que estuvo en a cuyá, haciendo de su persona  un estandarte,  qué está aún, lejos de ser. Pues el primero de diciembre es la fecha en que deberá tomar la presidencia, ahora sí como tal y no antes. ¡Acabáramos! ¡Sólo eso nos faltaba!, que ahora los electos, ya se sienten dueños de la silla antes de ocuparla, sin realizar el protocolo respectivo. Pero, bien digo, no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre. Y la verdad, los dos partidos, PAN y  PRI, son la misma cosa. Aquí en mi rancho, -he visto con malos ojos-, el acercamiento que tiene nuestro presidente municipal panista, con los rojos. Siempre anda de beso y abrazo y los del PAN, ¡bien, gracias. Ni sudan, ni se acongojan. Mientras los correligionarios de los dos partidos, se andan partiendo el kekis por una curul, a sabiendas que ya están palomeadas las listas, desde la cúpula de los dos poderes. Pues los sesudos mandan más que los propios  representados, pues los mandones, en  una francachela, acuerdan lo conducente,  -a quiénes van a postular y porqué partido. Por lo menos en Coatepec, se rumora que el ingeniero  Manuel Sánchez Martínez contenderá por el PRI para diputado, de extracción azul y en Xico, se está dando lo mismo. Es del PAN y lo mismo acontece. Y el pueblo, le vale un verde pepino. Sufre –el pueblo- por mal comportamiento de sus autoridades, pero a éstos, -a los alcaldes-  les vale, dos cosas. Mientras cobren su quincena y hagan del erario público lo que les plazca, lo que diga la gente, es cosa ajena, como con EPN, los mexicanos aguantan vara. Qué Peña Nieto ande de la seca a la meca, haciendo convenios a favor de los empresarios que le dieron el voto comprado como presidente. Mientras, el pueblo, que se muera, que se enferme, que sufra y que haga lo que mejor le convenga. Los ciudadanos y más los pobres, solamente son utilizados  como carne de cañón en las contiendas electorales. ¡Ah!, se me olvidaba, para dar lástimas y así poder pedir prestado al FMI, por ser tercermundistas, pues la pobreza y la ignorancia, nos rebasa ¡Vaya aberración de funcionarios! ¡Espurios! como dice un amigo. Dicen  en mi rancho, todavía no sabe caminar el chiquillo,  y ya quiere correr. O está corriendo. Ya le anda por sentarse en la silla presidencial de los Pinos. Espere; qué tanto es tantito, don Enrique, ya merito. En mes y medio estará usted como un verdadero  emperador, con todo a su favor y a su servicio. ¡Adelante, como dice el eslogan de don Javier Duarte de Ochoa, nuestro flamante gobernador