AJEDREZ POLÍTICO
POR: LEOVIGILDA CABRERA CONTRERAS
¡HAY COSAS QUE NI QUE! OBRAS MAL HECHAS ¿POR ADMINISTRADORES PÚBLICOS?
Salvo raras excepciones, he visto una obra, -después
de la época de Porfirio Díaz-,el que enlazó todo el país, con vías férreas,
para fines empresariales; o, por lo menos de 50 años a la fecha, las obras estén
bien hechas, con ética, profesionalismo, buenos materiales y esmero, por parte
de los administradores en turno. Pues de que entró la iniciativa privada, -juniors,
como Miguel Alemán y otros mmm.. y gente sin escrúpulos, ni moral, las obras
son de relumbrón y de ahí se va. Total, otro que venga, que baile ese trompo y
lógicamente, del erario público, lo arregle
para ¿sobrevivir?, por los siglos y de los siglos amén. Nada menos, sabemos de
puentes, que se han caído, no tan sólo con el tiempo, sino al momento de cortar
el listón inaugural, lo que verdaderamente es una vergüenza, no para el que
inaugura, sino pena para el pueblo que sagradamente paga sus impuesto, aunque
se quede sin comer, en algunos casos, -como los jubilados y pensionados, que
después de trabajar 30 ó 40 años, les descuentan un tal impuesto denominado “provisión”,
cuyo nombre es disfrazado para no incurrir en falta al fisco, pues se supone que es un rubro,
para el bolsillo de los administradores de este dinero, pues si dijera
impuesto, lógicamente que tendría que ir a las arcas de Hacienda Federal. Lo
que constituye otro robo a ojos vistos, pero que afecta a los de tercera edad y
a los ex trabajadores del estado. Esta acción, es motivo de multas, recargos y
demás costos, por la inoperancia en esta acción delictiva para los encargados
en turno y/o a futuro, al que le toque realizar los pagos correspondientes.
Nada menos, en este año, algunos colonos, habitantes cercanos al puente
Bicentenario, ya han manifestado, su inconformidad por la pésima construcción
de este trayecto, el que está hecho con materiales corrientes y con poca
calidad, lo que constituye un peligro para todo el que transita por este
puente, tanto para los que cruzan el mismo, por encima, como para los que tienen la necesidad de
comunicarse con el centro comercial, instalado cerca de la obra y los que viven
del otro lado de la vía ferroviaria. En cierta ocasión leímos una columna de
nuestro amigo Jorge Felipe, QEPD., en que abundó sobre este tema, pero haciendo
referencia al puente de Consolapa, entrando a la ciudad de Coatepec. Este
puente, por lo menos tiene más tiempo de haberse construido, no por eso, también está deteriorado. El
puente entre Xico y Teocelo, lleva más de 100 años, lo mismo que la vía y si
acaso tiene deslaves. Si es un peligro viajar por esta carretera, por lo
angosto de la misma, no por eso, es una carretera bien hecha. Y si no garantiza
seguridad; le pasa lo que a las personas, por la edad, ya ni hablar pueden,
¡menos caminar! Cuando fuimos niños, se construyeron las calles de 5 de Febrero
y Poeta Jesús Días. No sabemos el motivo, causa, razón o circunstancia por la
que se a pavimentar, aunque lo presumimos, pues el alcalde en turno, fue
precisamente vecino de Poeta y quería dejar una obra, en su calle donde vivió
de pequeño, y aunque había uno que otro bache, aún estaba en buenas condiciones
de ser transitada. No como ahora que las calles de todas las ciudades del
estado, están que dan terror por los baches, hoyos y demás desperfectos, no
propios del tiempo, sino de la mala calidad; adolecen de todo. Pero claro, la
iniciativa privada, no se iba a quedar esperando a que otros tomaran lo que a
ellos les cuesta, o sea su capital. Tenían que sacar su tajada. Nadie da paso
sin guarache y estas son las consecuencias. El pueblo ¡qué se pudra! y los dueños del poder, aprovechan su estatus
para lucrar con bienes ajenos. Se quedan
con la mejor tajada. Sabemos de un tipo que fue pobre en su infancia y cuando
estuvo en el poder, hacía lo que quería. Daba las obras en 60 millones y les
pedía el 45 por ciento para él. ¡Hasta donde llegan! No hay límite para
enriquecerse, a costa de los miserables que van al día y pagan impuesto hasta
para adquirir los alimentos de sobrevivencia. La honradez, no es fuerte, de
todo el que llega a la troje, hasta que llega a reventar alguno de ellos por
casualidad o por su evidencia. Decía un periodista, a un diputado: ¡es usted un
ladrón! Y le decía este fulano, al comunicador: ¡demuéstramelo! Y le contestaba
el informador, dije que era un ladrón, ¡no un tonto!
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