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Las cruces pueblo de Xalapa Ideas por Rodrigo Montoya

En el tiempo que he tenido la oportunidad de caminar la ciudad de Xalapa por distintas razones, he podido ver la gran diversidad cultural, social, política y económica que vive nuestra capital. Estamos parados en un municipio con muchas características dignas de una ciudad como esta.  Tenemos extraordinarias bibliotecas, áreas verdes, parques públicos, lugares emblemáticos como el Museo de Antropología de Xalapa, o la USBI y que decir de la Cueva de la Orquídea, el Cerro de Macuiltépetl, o Los Lagos del Dique, junto con su majestuosa basílica de Guadalupe. La ciudad en la que muchos nos sentimos contentos de vivir también tiene 5 extraordinarias congregaciones, la llamada zona rural de la ciudad que comprende Julio Castro mejor conocido como “Las Trancas” parte que tiende a urbanizarse rápidamente, 6 de Enero, Tronconal, Chiltoyac y El Castillo, en este último encontramos la comunidad de “Las Cruces” una de las partes menos conocidas de Xalapa pero sin temor a equivocarme puedo afirmar que este pedazo de nuestra capital significa una de las áreas verdes más importantes, una zona de gran potencial para el desarrollo y que decir de su gente, hombres y mujeres bien nacidos, trabajadoras y trabajadores que día con día dan lo mejor de sí para el engrandecimiento de su comunidad. Las Cruces es un lugar que debe tomarse como ejemplo tanto en Xalapa como en distintos municipios y congregaciones a lo largo y ancho de la geografía veracruzana. Aquí, apenas en abril de 2014 hace aproximadamente un año, una granizada torrencial afectó a más de 117 viviendas en ventanas y techos de lámina. El Gobernador Javier Duarte de Ochoa junto con su esposa la Sra. Karime Macías y el alcalde de Xalapa Américo Zúñiga Martínez, se hicieron presentes para atender la emergencia de forma inmediata, dotando de apoyos a los afectados y habilitando un albergue en la delegación Este.  A pesar de la adversidad Las Cruces supo salir adelante. Ahí la gente buena como Julián Callejas, José Carlos Falcón, Paula Martínez o Don Gregorio por decir algunos nombres han salido adelante gracias a su trabajo y determinación. A quien no conozca Las Cruces, no puede decir que ha visitado todo de Xalapa. Aquí las tradiciones se viven al máximo; cada 3 de mayo se realiza la fiesta patronal de “La Santa Cruz” donde propios y extraños asisten a la comunidad en mención para convivir, probar comida típica de la zona y por qué no tomarse una o dos cervezas, siempre priorizando el ambiente de camaradería y hospitalidad que los habitantes de ahí proporcionan a quienes los visitan, no hay casa que no te ofrezca un refresco o un taco al momento de llegar a Las Cruces, sin importar si eres de El Castillo, de Xalapa o de algún municipio de los alrededores. La administración de Javier Duarte y la de Américo Zúñiga, han coadyuvado con esta zona rural de la ciudad de Xalapa, que sin lugar a dudas, al igual que todas las congregaciones de la Atenas Veracruzana, merecen todo el impulso para el desarrollo y engrandecimiento de la parte con gente más noble y educada que tiene Xalapa. Nota 1: Muy interesantes comentarios los que buenos amigos me envían, xalapeños jóvenes preparados y radicados en la ciudad de México los cuales reflexionan sobre el uso de monumentos históricos para celebraciones de carácter privado. Ellos me argumentan que desafortunadamente muchos de estos lugares no tienen los cuidados necesarios por parte de las instancias gubernamentales y sería una buena estrategia involucrar a todos para la preservación de los espacios que han escrito parte de la historia de nuestro país. La reflexión es la siguiente: Mientras en México hay lugares emblemáticos como el Palacio de Minería el ex Convento de San Hipólito o el Colegio de San Ignacio Loyola Vizcainas sus gastos de reparación y de mantenimiento buscan ser autosustentables aunque desafortunadamente muchos lugares más en nuestro país con un gran legado histórico no tienen los cuidados necesarios ya sea por falta de interés o de recursos.  En cambio sitios como el Taj Mahal o la Catedral de Oviedo lugares conocidos mundialmente tienen buenos cuidados ya que en ellos las instituciones están pendientes de su buen funcionamiento sin dejar de permitir que se realicen eventos sociales dentro de ellos. Sería bueno poner a discusión hasta donde beneficiaría a los sitios históricos de nuestro país permitir la  realización de celebraciones que cumplan con las normas internacionales de cuidado de monumentos históricos y que se formen patronatos que recauden fondos para la preservación adecuada de dichos lugares. En Veracruz tenemos muchos de ellos que no les caería nada mal un mantenimiento consiente por parte de sociedad y gobierno. Léeme en: www.rodrigomontoya.com.mx